El mismo contiene un compuesto llamado ácido clorogénico, el cual puede encontrarse en varias frutas como manzanas, kiwis y cerezas, pero se encuentra mayor cantidad en el café verde. Este ácido, disminuye la cantidad de glucosa que libera el hígado, provocando que el cuerpo utilice las reservas de glucosa que contienen nuestras células grasas. Al utilizar dichas reservas se disminuye el número de estas células y por ende, logramos descender de peso.
Además, se ha visto que el ácido clorogénico neutraliza ciertos componentes cancerígenos evitando que dañen el ADN y se produzcan mutaciones.
Dentro de las propiedades del café verde puede destacarse su efecto termogénico, es decir que ayuda a transformar nuestras reservas grasas en energía calorífica, favoreciendo el descenso de peso de manera más rápida.
También aumenta la actividad lipolítica, es decir, la capacidad de quemar las grasas depositadas en nuestro tejido adiposo blando, responsable de modelar nuestra figura. Y por último, entre los beneficios del café verde se puede destacar su propiedad antioxidante debido a la presencia de compuestos fenólicos, los cuales atacan a los radicales libres que son moléculas que dañan las células y aceleran el envejecimiento.